Testamento de
Bismarck.
“Debemos atenuar
el descontento provocado por el hecho de que nos hemos convertido en una gran
potencia, haciendo sentir al mundo el peso de estas fuerzas, lealmente y con un
espíritu pacífico bien entendido. Debemos convencerle de esta forma de que una hegemonía
alemana en Europa es más útil, más desinteresada y menos perjudicial para la
libertad ajena que una hegemonía francesa, rusa o inglesa. El respeto a los
derechos inherentes a otros países, que Francia en especial no admitió durante
el tiempo de su preponderancia y que Inglaterra sólo reconoce según sus
intereses, será más fácilmente observado por Alemania por dos razones: por un
lado, a causa del carácter alemán, esencialmente objetivo; por otro lado, y
ello sin mérito alguno de nuestra parte, porque no tenemos ninguna necesidad
perentoria de ampliar nuestro territorio. (...) La política alemana (...) sólo
tiene un deseo: mostrarse justa y pacífica.”
Testamento político de Bismarck.
Discurso de Guillermo II
"El Imperio
Alemán se ha convertido en un Imperio mundial. Por todas partes, en las
regiones más remotas del globo, viven millones de compatriotas nuestros. Los
productos alemanes, la ciencia alemana, el espíritu de empresa alemán
atraviesan los océanos. Las riquezas que Alemania transporta a través de los
mares se cifran en miles de millones. A vosotros os incumbe, señores, el deber
de ayudarme a sujetar sólidamente esta gran Alemania a nuestra patria."
Discurso de Guillermo II. 1896, 25°
aniversario del imperio.
EL ESPÍRITU BELICISTA DE ALEMANIA
Francia no está aún preparada para el combate. Inglaterra se enfrenta con dificultades interiores y coloniales. Rusia rechaza la guerra, porque teme la revolución interior.
¿Vamos a esperar a que nuestros adversarios estén preparados o debemos aprovecharnos del momento favorable para provocar la decisión? Esta es la grave cuestión que hay que zanjar.
El ejército austriaco es aún fiel y útil. Italia está todavía firmemente ligada a la Triple Alianza e incluso si prefiere […] mantener la paz para restañar las heridas de la última guerra, sabe […] que si Alemania es derrotada, quedará sin remedio a merced de la violencia de Francia e Inglaterra y perderá su posición independiente en el Mediterráneo. […] Podemos igualmente contar llegado el caso con Turquía y Rumanía […]. Podríamos tener la dirección de la política europea mediante una ofensiva resuelta, y podríamos asegurar nuestro porvenir.
Esto no quiere decir que debamos provocar la guerra; pero allá donde se manifieste un conflicto de intereses […] no debemos retroceder, si no solucionarlo mediante la guerra y comenzarla con una ofensiva resuelta, poco importa el pretexto, porque no se trata de ese conflicto, sino de nuestro porvenir, lo que está en juego.
Artículo aparecido en el diario alemán Die Post,
24 de febrero de 1914
a) ¿Qué postura tiene el autor ante la guerra? ¿Crees que es objetivo?
b) ¿Crees que acierta en sus previsiones respecto a cómo van a producirse las alianzas alemanas?
¿Crees que acierta en lo que respecta al desarrollo general de la guerra?
c) ¿Por qué se produjo en Alemania este optimismo previo a la Primera Guerra Mundial?
¿Qué papel tienen sus dirigentes?
d) ¿Cuáles son, a tu juicio, los principales errores que comete Alemania a lo largo de la Paz Armada?
Causas económicas y competencia
anglo-alemana
“Pero
la competencia entre exportadores alemanes e ingleses era muy dura en casi
todos los mercados europeos (...)
En
1898, las compras efectuadas por Francia en Alemania llegaban apenas a los tres
quintos de las que eran efectuadas por ella en Gran Bretaña; en 1913, las
importaciones alemanas e inglesas se encontraban casi al mismo nivel.
En
Bélgica, donde, en 1898, eran más importantes las importaciones inglesas que
las alemanas, ahora las alemanas sobrepasaban en 200 millones de francos belgas
a las inglesas.
Los
holandeses compraron, en 1913, 1.051 millones de florines de mercancías
alemanas, y solamente 356 millones de mercancías inglesas.
En
Italia, donde el comercio inglés (...) había conservado clara preponderancia
hasta finales del siglo XIX, la situación se había invertido; las importaciones
alemanas (626 millones de liras) sobrepasaron en 50 millones de liras en 1912 a
las importaciones inglesas.
En
Rusia, las importaciones alemanas (...) llegaban al cuádruplo de las importaciones
inglesas.
Por
último, las supremacía del comercio alemán sobre el inglés, desde 1890 en
Rumanía y desde 1901 en Serbia, se extendió en 1911 a Bulgaria.”
Pierre Renouvin. Historia de las
relaciones internacionales.
Causas
económicas y penetración alemana en Turquía
“Turquía está ya
completamente inundada por nuestros compatriotas; hay más de un billón en
inversiones de capital y no se puede me nos que reconocer que nuestra
influencia ha aumentado de manera enorme en el imperio otomano. Sólo en
Constantinopla viven más de tres mil connacionales nuestros. El comercio alemán
con los otomanos se eleva a 105 millones de marcos y ocupa el cuarto lugar
entre todas las naciones que a él concurren, mientras que el tráfico de
nuestros armadores ocupa un rango honorable en la navegación del mediterráneo
oriental. Una gran linea férrea, que se puede igualar en importancia a las
gigantescas vías transcontinentales de América, Siberia y África, ha sido
patrocinada por nuestra gran banca y está ya medio construida.
Anatolia y Mesopotamia van a ser puestas en valor por nosotros.
Finalmente, nuestros instructores militares entre los que se cuentan nuestros
primeros estrategas, han llevado al ejército turco hasta las alturas imponentes
de la educación moderna.
Desde 1910, Turquía es un peón de una importancia considerable en
el tablero de ajedrez de la política mundial alemana.”
Afirmaciones de Albrecht Wirth,
universitario alemán. 1912.
Causas
económicas. Competencia entre Gran Bretaña y Alemania. Declaraciones del cónsul
inglés en Aleppo.
“A
pesar mío soy cada vez menos inglés. Mi calzado es francés, mi ropa alemana,
las sillas de mi despacho son de fabricación alemana, lo mismo ocurre con mis
plumas, mi papel y mi alfombra: la cerveza que bebo es alemana. Pronto lo único
inglés de mi casa serán mi carne y mis huesos y los sentimientos inmutables que
me animan.”
Palabras del cónsul del
Reino Unido en Aleppo (1898).
Causas
económicas. Rivalidad anglo-alemana.
"Se pensaba construir en Turquía una serie de líneas de
ferrocarril para el desarrollo del Asia Menor pero, como en otros negocios, no
era posible obtener del gobierno turco las concesiones necesarias sin
intervención diplomática. Cualquiera que pidiese una concesión, tenía pocas
esperanzas de éxito (por más sólidas y ventajosas que fuesen sus propuestas
desde el punto de vista financiero) si no era apoyado por su gobierno. Allí la
presión diplomática era una regla y ningún interés comercial podía prevalecer
sin ella. Firmas británicas presionaron para obtener concesiones de
ferrocarriles en Asia Menor, concesiones que el embajador británico en
Constantinopla apoyaba con la aprobación del Foreign Office. Firmas alemanas
hacían otro tanto con el apoyo del embajador de Alemania.
De repente, nos llegó de Berlín una especie de ultimátum que nos
conminaba a cesar en toda competencia (...) y declarando que, si no nos
conformábamos a ello, el cónsul alemán en El Cairo retiraría su apoyo a la
administración británica en Egipto."
Edward
Grey. Secretario del Foreign Office: Memorias. 1927.
Causas militares. Causa de los tratados
militares.
"Francia
y Rusia, animadas de un mismo deseo de conservar la paz, y no teniendo otro fin
que atender las necesidades de una guerra defensiva, provocada por un ataque de
las fuerzas de la Triple Alianza contra una u otra de ellas, han convenido las
disposiciones siguientes:
Primera. Si Francia es atacada por Alemania, o bien por Italia
sostenida por Alemania, Rusia empleará todas las fuerzas disponibles para
atacar a Alemania. Si Rusia es atacada por Alemania, o bien por Austria
sostenida por Alemania, Francia empleará todas sus fuerzas disponibles para
combatir a Alemania.
Segunda. En el caso de que los fuerzas de la Triple Alianza, o una
de las potencias de que forman parte, se movilizaran, Francia y Rusia, ante la
primera noticia del hecho, y sin que sea necesario acuerdo previo, movilizarán
inmediata y simultáneamente la totalidad de sus fuerzas y las trasladarán lo
más cerca posible de sus fronteras.
Tercera. (...) Estas fuerzas se emplearán a fondo, con toda
diligencia, de manera que Alemania tenga que luchar a la vez en el Este y en el
Oeste.
Sexta. La presente convención tendrá la misma duración que la
Triple Alianza."
Convención militar del 18 de agosto de
1892.
Causas
militares. Causa de los tratados militares. Entente Cordiale.
“La
Entente Cordiale entre Gran Bretaña y Francia cumple diez años de feliz
existencia. (...)
La
facilidad con la que se concluyó entre las dos potencias resistió todas las
tentativas deliberadas para debilitarla, así como la presión accidental de los
acontecimientos aportó una prueba suplementaria de la solidez de sus
fundamentos en la amistad y asistencia recíprocas.(...) En cada una de las
múltiples ocasiones en las que la política alemana en Marruecos desafió
deliberadamente la amistad franco-británica para comprobar su solidez, ésta
salió de la prueba reforzada. Hoy, fortificada por el acuerdo anglo-ruso desde
hace siete años, se presenta como la garantía suprema de la paz en Europa
(...)”
DaiIy Telegraph, 9 de abril de 1914.
Las crisis marroquíes.
"Alemania debe protestar por la intención francesa de apoderarse de
Marruecos, no sólo por razones materiales, sino más aún por salvaguardar su
prestigio (...).El gobierno alemán se ve, pues, obligado a tomar la iniciativa
para defender los intereses germanos, que nuestro muy gracioso emperador ha
resumido ante el rey de España del modo siguiente:
"Exigimos la libertad de comercio y de tráfico en Marruecos".
Este programa resultaría inviable si Francia se adueñara de Marruecos. En el
caso de que el mantenimiento del statu quo marroquí se revelara imposible en el
futuro (el gobierno alemán) declara de antemano apoyar la ocupación por España
de todo el litoral marroquí desde Melilla a Sebu y el traspaís."
Nota de HOLSTEIN
al canciller VON BULOW 1905
Ultimátum de Austria a Servia.
La historia de estos últimos años, y, especialmente los
acontecimientos dolorosos del 28 de junio, ha demostrado la existencia en
Servia de un movimiento subversivo cuyo fin es separar de la monarquía
austro-húngara algunas partes de sus territorios(...)
El Gobierno imperial y real
se ve obligado a pedir al Gobierno servio la formulación oficial de que condena
la propaganda dirigida contra la monarquía austro-húngara, es decir, el
conjunto de las tendencias que aspiran como último fin a separar de la
monarquía algunos de sus territorios, y que se compromete a suprimir, por todos
los medios, esta propaganda criminal y terrorista...
El Gobierno real
servio debe comprometerse:
1) a suprimir
toda publicación que excite al odio y al desprecio de la monarquía (...); 2) a
disolver inmediatamente la sociedad llamada “Narodna Obvrana” y a confiscar
todos sus medios de propaganda (...); 3) a eliminar sin demora de la
instrucción pública en Servia (...) todo lo que sirva o pueda servir a fomentar
la propaganda contra Austria-Hungría; 4) a separar del servicio militar y de la
administración a todos los oficiales y funcionarios culpables de la propaganda contra
la monarquía austro-húngara; 5) a aceptar la colaboración en Servia de los
órganos del Gobierno imperial y real en la supresión del movimiento subversivo
dirigido contra la integridad territorial de la monarquía; 6) a abrir una
encuesta judicial contra los participantes en el complot del 28 de junio que se
encuentran en territorio servio (...); 7) a proceder con urgencia al arresto
del comandante Voislav Tankosith y de Milan Giganovitch, empleados del Estado
servio, comprometidos, según los resultados de la instrucción en Sarajevo; 8) a
impedir el concurso de las autoridades servias en el tráfico ilegal de armas y
de explosivos a través de la frontera; 9) a dar al Gobierno imperial y real
explicaciones sobre los propósitos injustificables de los altos funcionarios
servios que no han dudado, después del atentado del 28 de junio, en expresarse
de una manera hostil hacia la monarquía austro-húngara (...); 10) a advertir,
sin demora, al Gobierno imperial y real de la ejecución de las medidas
comprendidas en los puntos precedentes.
El Gobierno imperial y real espera la respuesta del Gobierno real lo
más tarde hasta el sábado 25 de este mes, a las cinco horas de la tarde.
Ultimátum de
Austria-Hungría a Servia, 23 de julio de 1914.
DISCURSO DE JEAN JAURÉS
“No hay más que una posibilidad de mantener la
paz y salvar la civilización, la de que el proletariado reúna todas sus fuerzas
y que todos los proletarios franceses, ingleses, alemanes, italianos y rusos
pidamos a esos millones de soldados que se junten para que el latido unánime de
sus corazones aleje la horrible pesadilla.”
Jean
Jaurés. Discurso en Lyon. 23 de julio de 1914.
Manifiesto de Zimmerwald.
El proletariado socialista ha luchado durante largos años contra el militarismo.
Pero los partidos socialistas y las organizaciones obreras de algunos países, pese a haber contribuido a la elaboración de estas decisiones, se han desentendido, desde el comienzo de la guerra, de las obligaciones que aquellas implicaban.
¡Proletarios!
Desde el desencadenamiento de la guerra habéis puesto todas vuestras fuerzas, todo vuestro valor y vuestra resistencia al servicio de las clases poseedoras para mataros los unos a los otros. Es necesario que hoy volváis al campo de la lucha de clases y actuéis por vuestra propia causa, por el sagrado objetivo del socialismo, por la emancipación de los pueblos oprimidos y de las clases sometidas.”
Manifiesto de Zimmerwald. 7 de septiembre de 1915.
Trotsky redactó el Manifiesto
Declaraciones del presidente Wilson a favor
de la entrada de Estados Unidos en la guerra.
“No estamos en contra del pueblo alemán, sino del despotismo militar de Alemania. Debemos combatir para salvaguardar la democracia (...). Resulta terrible lanzar a este grande y pacífico pueblo a una guerra, la más terrible y desastrosa que jamás haya existido, puesto que en ella se ventila la existencia de la misma civilización. Pero el derecho es más valioso que la paz, y nosotros vamos a combatir por aquellas cosas que siempre han sido más caras a nuestros corazones: por el derecho que tienen los gobernados a que se oigan sus voces en el propio gobierno, por los derechos y libertades de las pequeñas naciones y por una organización basada en el derecho, integrada por una cordial alianza entre los pueblos libres, que ofrezca paz y seguridad a todas las naciones y dé, finalmente, la libertad al mundo (...).”
“No estamos en contra del pueblo alemán, sino del despotismo militar de Alemania. Debemos combatir para salvaguardar la democracia (...). Resulta terrible lanzar a este grande y pacífico pueblo a una guerra, la más terrible y desastrosa que jamás haya existido, puesto que en ella se ventila la existencia de la misma civilización. Pero el derecho es más valioso que la paz, y nosotros vamos a combatir por aquellas cosas que siempre han sido más caras a nuestros corazones: por el derecho que tienen los gobernados a que se oigan sus voces en el propio gobierno, por los derechos y libertades de las pequeñas naciones y por una organización basada en el derecho, integrada por una cordial alianza entre los pueblos libres, que ofrezca paz y seguridad a todas las naciones y dé, finalmente, la libertad al mundo (...).”
Declaración del presidente Wilson en el
Congreso de los Estados Unidos,
2 de abril
de 1917
Declaración Balfour.
“Foreign Office, 2 de noviembre de 1917.
Estimado Lord Rothschild:
Tengo gran placer en enviarle, en nombre
del Gobierno de Su Majestad, la siguiente declaración de simpatía con las
aspiraciones sionistas judías, que ha sido sometida al gabinete y aprobada por
él.
El Gobierno de Su Majestad ve con ojos
favorables el establecimiento en Palestina de una patria nacional para el
pueblo judío, y se esforzará lo más posible para facilitar la consecución de
este objetivo, quedando claramente entendido que no se hará nada que pueda
perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías
existentes en Palestina, o los derechos y el estatus político de que gozan los
judíos en cualquier otro país.
Le agradecería que pusiera esta
comunicación en conocimiento de la Federación Sionista.
Sinceramente suyo...”
Arthur James Balfour.
Ministro
de Asuntos Exteriores británico a los dirigentes del movimiento sionista.
Noviembre
de 1917.
Tratado de Brest-Litovsk. 1918
Artículo 1°. Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y Turquía, por una parte, y Rusia, por la otra parte, declaran que el estado de guerra entre ellas ha concluido. Están determinarlas a vivir, de ahora en adelante, en paz y mutua amistad.
Artículo 2°. Las partes contratantes cesarán toda agitación o propaganda contra el gobierno, ola organización del Estado y del ejército de las otras partes.
Artículo 4°. Alemania está dispuesta, tan pronto como se haya concluido la paz general y se haya realizado la comnpleta desmovilización rusa.
Artículo 5°. Rusia realizará la completa e inmediata desmovilización de su ejército, incluidas aquellas partes del ejército recientemente formadas por el gobierno actual.
Fragmento del Tratado de Brest-Litovsk.
Paz firmada entre Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria, Turquía y Rusia, el 3 de marzo de 1918.
Organización de la paz. Los 14 puntos del
Presidente Wilson.
1.
Prohibición de la diplomacia secreta en el futuro.
2. Absoluta libertad de navegación en la paz y en la guerra fuera
de las aguas jurisdiccionales.
3. Desaparición de las barreras económicas.
4. Garantía de la reducción de los armamentos nacionales.
5.
Reajuste, absolutamente imparcial, de las reclamaciones coloniales (...).
6. Evacuación de todo el territorio ruso, dándose a Rusia la
oportunidad para su desarrollo.
7. Restauración de Bélgica en su completa y libre soberanía.
8. Liberación de todo el territorio francés y reparación de los
perjuicios causados por Prusia en 1871.
9. Reajuste de las fronteras italianas de acuerdo con el principio
de nacionalidad.
10. Desarrollo autónomo de los pueblos de Austria- Hungría.
11. Evacuación de Rumania, Serbia y Montenegro, concesión de un
acceso al mar a Serbia y arreglo de las relaciones entre los Estados balcánicos
de acuerdo con sus sentimientos y el principio de la nacionalidad.
12. Seguridad de desarrollo autónomo de las nacionalidades no
turcas del Imperio Otomano.
13. Polonia, Estado independiente, con acceso al mar.
14. Asociación general de naciones, a constituir mediante pactos
específicos con el propósito de garantizar mutuamente la independencia política
y la integración territorial, tanto de los Estados grandes como de los
pequeños.
La
propuesta del presidente Wilson. 1918.
Organización de la paz. Tratado de Versalles.
"Los Estados Unidos de América, imperio
británico, Francia, Italia, Japón, potencias designadas por el presente tratado
como las principales potencias aliadas y asociadas, de una parte (...) y
Alemania, por otra, han convenido las siguientes disposiciones (...):
Art. 42. Se prohíbe a Alemania mantener o
construir fortificaciones, sea sobre el lado izquierdo del Rin, sea sobre su
lado derecho.
Art. 43. Se prohíbe igualmente en la zona
definida en el art. 42, el mantenimiento y la concentración de fuerzas armadas
(...).
Art. 45. En compensación de la destrucción
de las minas de carbón en el norte de Francia (...) Alemania cede a Francia la
propiedad entera y absoluta de las minas de carbón situadas en el Sarre.
Art. 119. Alemania renuncia, en favor de
las principales potencias aliadas y asociadas, a todos sus derechos y títulos
sobre sus posesiones en ultramar.
Art. 160. El ejército alemán será destinado
exclusivamente al mantenimiento del orden sobre el territorio y a la policía de
fronteras.
Art. 231. Los gobiernos aliados y
asociados declaran y Alemania reconoce que Alemania y sus aliados son
responsables, por haberlos causado, de todas las pérdidas y todos los daños
sufridos por los gobiernos aliados y sus naciones como consecuencia de la
guerra, que les ha sido impuesta por la agresión de Alemania y sus
aliados."
Art. 232. Los gobiernos aliados y
asociados exigen y Alemania adquiere el compromiso de que sean reparados todos
los daños causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas, y
a sus bienes.
Tratado de Versalles. 1919
Tratado de Versalles.
Parte VIII. Reparaciones.
“Artículo 231.
Los gobiernos
aliados y asociados declaran y Alemania reconoce, que Alemania y sus aliados
son responsables, por haberlos causado, de todos los daños sufridos por los
gobiernos aliados y asociados y sus habitantes a consecuencia de la guerra, a
la que les ha conducido la agresión de Alemania y sus aliados.
Artículo 232.
Los gobiernos
aliados y asociados exigen, y Alemania se compromete, que sean reparados todos
los daños causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas y
sus bienes.
Artículo 233.
La cuantía de
estos daños, por cuya reparación debe pagar Alemania, será fijada por una
comisión interaliada, que tomará el título de Comisión de Reparaciones.”
Tratado de Versalles. 1919
Comenta el siguiente
texto y responde a las preguntas.
“Muchos veteranos de esta guerra han hablado de lo que recuerdan
de los heridos. Pero lo que causó una impresión tan profunda como ésta, fue
otro aspecto del conflicto, menos frecuente: la presencia constante de los
muertos. En otras guerras anteriores, el conflicto había durado unos pocos
días, como máximo. Había tenido un comienzo y un fin, tras el cual se habían
enterrado los cadáveres de ambos contendientes. Pero esta guerra era diferente:
los combates duraban meses; el fuego de la artillería descuartizaba a los
hombres en un instante; y la línea del frente apenas se movía. Por lo tanto, en
la línea de trincheras que se extendía desde Suiza hasta el canal de la Mancha
estaban esparcidos los restos de tal vez un millón de hombres. Los soldados
comían junto a ellos, bromeaban a su costa y les despojaban de todo lo que
tenían. (...)
Los soldados tenían que seguir adelante en presencia de
innumerables cadáveres, algunos conocidos, la mayoría anónimos. Los que eran
enterrados a menudo volvían a aparecer durante los bombardeos y, a veces, se
les volvía a sepultar para defender, literalmente, las trincheras en las que
ellos mismos habían combatido. Muchos recuerdan el hedor de la descomposición y
las moscas volando sobre los cadáveres en grandes cantidades, sobre todo
durante los meses de verano. Todo el mundo aborrecía las ratas. Resulta difícil
imaginar cómo debía de ser un lugar tan espantoso. Todavía hoy se pueden
encontrar huesos humanos en los alrededores de Verdún.”
J. M. Winter. La Primera Guerra Mundial.
1ª Qué diferencias aprecia el autor del texto
entre las guerras tradicionales y la 1ª G. Mundial?
2ª Diferencia entre una guerra de trincheras y
otra de movimientos.
3ª En qué forma afectó psicológicamente este tipo
de guerra a los combatientes?
4ª ¿Qué cambios se produjeron en la actitud
frente a la guerra de la población de los países contendientes con el
transcurso del tiempo?
Comenta el texto de
Eric J. Hobsbawn:
"A diferencia de otras guerras anteriores, impulsadas por
motivos limitados y concretos, la Primera Guerra Mundial perseguía objetivos
ilimitados. En la era imperialista se había producido la fusión de la política
y la economía. La rivalidad política internacional se establecía en función del
crecimiento y la competitividad de la economía, pero el rasgo característico
era precisamente que no tenía límites (...) De manera más concreta para los dos
beligerantes principales, Alemania y Gran Bretaña, el límite tenía que ser el
cielo, pues Alemania aspiraba a alcanzar una posición política y marítima
mundial como la que ostentaba Gran Bretaña, lo cual automáticamente relegaría a
un plano inferior a una Gran Bretaña que ya había iniciado el declive. Era todo
o nada (...)
Era un objetivo absurdo y destructivo que arruinó tanto a los
vencedores como a los vencidos. Precipitó a los países derrotados en la
revolución y a los vencedores en la bancarrota y en el agotamiento material.
”Eric. J. Hobsbawm. Historia del siglo XX, 1914-1991.
Señor, Tengo el honor de informar que el general Primo de Ribera (sic), Gobernador Militar de Cádiz
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