GRANDES CARACTERÍSTICAS DEL FASCISMO
A.-
Ideología
de carácter globalizador, aplicable a todos los aspectos de la
existencia humana, y con una concepción milenarista que aspira a la creación de
un hombre nuevo.
B.-
Omnipotencia del Estado.
“Todo en el Estado, nada fuera del Estado”,
sentencia Mussolini.
a.- Estado e individuo. Sumisión del individuo al Estado.
Su formula será todo para el Estado,
los individuos están totalmente subordinados al Estado, subordinan el
individualismo y la libertad a la omnipotencia del Estado. Establece como
objetivo del individuo el servicio al Estado. Quedan fuera, pues, la protección
de los derechos del individuo que establece el sistema democrático.
b.- Estado y poderes políticos.
El Estado no tolera la separación ni el contrapeso de los poderes, que es en
cambio el símbolo de los Estados democráticos. En el campo político se suprime
toda oposición, a la que se considera sólo como una perturbación para el buen
gobierno. El único control posible al ejercicio del poder sólo se puede
realizar desde organizaciones intermedias o corporaciones.
c.- Estado e intelectualidad.
En el campo intelectual el Estado monopoliza la verdad y la propaganda, al
tiempo que se rechaza cualquier crítica.
C.-
Existencia de partido único,
fuertemente jerarquizado en torno a un jefe (“duce”, “führer”, “conducator”,
“caudillo”) que ejerce el monopolio de la representación política. Niega, pues,
el “Estado de partidos”, consagrado en las constituciones de la época de
entreguerras.
D.-
Eliminación de la oposición mediante
métodos de violencia física o psíquica, con expresiones extremas como el
antisemitismo.
E.-
Monopolio de los medios de comunicación
de masas y utilización de la propaganda como medio de lograr el
encuadramiento político de la población en torno a conceptos como “patria”,
“raza” o “jefe”.
F.-
Control centralizado de la economía,
con expansión de la iniciativa pública, intervencionismo del Estado
en los conflictos laborales y defensa de la autarquía como modelo
económico.
G.-
Mitificación de los valores nacionales
y desarrollo de una ideología del darwinismo
social que permite sostener la desigualdad cultural y étnica entre los
pueblos.
H.- Desconfianza de la razón. La tradición
racionalista es uno de los más decisivos legados de Grecia a Occidente; el
fascismo rechaza esta tradición y adopta posturas antirracionalistas,
desconfiando de la razón y exaltando los elementos irracionales de la conducta,
los sentimientos intensos, el fanatismo. En esta línea irracionalista se
desenvuelven los dogmas, las ideas indiscutibles, como la superioridad de la
raza o del jefe. En contraposición, la democracia estima que ningún tema debe
dejar de ser discutido. El tabú, lo que debe aceptarse sin discusión, lo que no
puede ser sometido a análisis, es rasgo peculiar de los regímenes totalitarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario